El Ingeniero Agrónomo Alberto Balberrey, integrante de Aapresid, se refirió a la medida judicial dispuesta por el magistrado, sobre la aplicación de agroquímicos en el Partido de Tandil, ampliando los metros que deben guardarse para las pulverizaciones, respecto de poblados, escuelas rurales y cursos de agua.

La entidad fue convocada por la Comisión de Producción, Trabajo y Medio Ambiente, que trabaja en la confección de una nueva ordenanza sobre la aplicación de agroquímicos, para expresar su postura.
En ABCHoy Radio (89.1 FM), Balberrey indicó que de cumplirse la cautelar del Dr. Blanc, que impone una distancia de 500 metros en aplicaciones terrestres y 2000 para fumigaciones aéreas, que “estaría sacando de producción a mas de 107 mil hectáreas del Partido. En Tandil son unas 300 mil hectáreas de agricultura, así que implica la tercera parte” y advirtió que “significa una merma de entrada de dinero a Tandil de unos 70 millones de dólares”.
“Si vos pensás que tenés una ciudad que entre Municipio y Universidad, tienen un presupuesto de 80 o 90 millones de dólares, vos por una cautelar a esa ciudad, le sacás 70 u 80 millones de dólares, el daño social que podés provocar, es enorme”, sostuvo.
Balberrey dijo entender “que haya gente asustada, cuando le vienen machacando en la cabeza que esto es malo. Para la situación del país hoy, con 50 % de pobres, con gente que pierde el trabajo, le vamos a sacar una tercera parte de la industria que más produce y que más genera recursos. Las consecuencias van a ser furiosas”.
Sobre la alternativa de la agroecología, el ingeniero afirmó que “es una ciencia que tiene más de 100 años, pero manejada por científicos, no desde el punto de vista político. Ponen como paradigma de agroecología un campo en Benito Juárez. Son 670 hectáreas.
Me tocó ir el año pasado y el dueño es un hombre macanudo, muy buena persona, pero no le da de comer a nadie. Es un campo de cría de la década del 60. No hay muchos más que eso. Son 70 hectáreas de trigo”.
“Si sumas el ultimo quinquenio de Tandil, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, produjo 254 millones de dólares por la agricultura, tomando los seis cultivos más importantes del Partido. Si quisiéramos trasladar lo que se hace en ese campo de Juárez, en cada campo de Tandil, la facturación de agricultura en Tandil no superaría los 15 o 16 millones de dólares. Casi 20 veces menos. Es lo que producía Tandil en la década del 60”, graficó.
Balberrey manifestó que “si siguen tratando de destruir la industria mas importante que tiene Tandil, en la ciudad estarían sobrando entre 80 y 90 mil personas”.
Con una mirada crítica hacia el discurso ambientalista, recordó que “hace 15 años, se iba a poner una fábrica de silobolsas, los ambientalistas dijeron que no. Esa fábrica se puso en Saladillo y les da trabajo a más de 300 personas. Hace tres años, se iba a poner una Usina, los ambientalistas hicieron lío. La Usina se fue y se puso en el Partido de Benito Juárez. Se perdieron 250 empleos. Cuando hablemos de desocupación, de pobreza, miremos también estas cosas”.
También cuestionó el trabajo científico que alarmó a las comunidades de las escuelas rurales, desarrollado por investigadoras de la facultad de Ciencias Exactas de la Unicen y que encontró presencia de varios componentes de agroquímicos potencialmente tóxicos, en inmediaciones de estos espacios. “Ese estudio, en ninguna parte habla de contaminación. Se asustó a la gente, tremendamente. En ningún lugar de ese trabajo hay datos que afirmen que hay niveles cuantificables que puedan provocar contaminación. Hay presencia. Lo que pasa es que hay mucha gente que vive del Estado y es muy cómodo. Pero muchos vivimos de generar riqueza, de salir a trabajar todos los días y pelearla”.
Balberrey señaló que “en Aapresid pensamos en la sustentabilidad, que tiene que ver con tres patas: la económica, la social y la ecológica. Las tres, de la mano. La institución hace años tiene chacras demostrativas de formas de producir usando cada vez menos productos de síntesis química, pero con alto rendimiento. Hay una agroecología posible, buena, que nos va a llevar a seguir manteniendo los mismos rendimientos; y otra que es un ‘tachín tachín’, con el traste para arriba, haciendo no sé qué”.
Finalmente, consideró que “si se aplica la ordenanza como se presentó en Banca 21, estarías fundiendo a la ciudad”.